Cada vez que apartas tiempo para intimar
con Dios, seria bueno preguntar la necesidad es tener un encuentro cara a cara
con el o simplemente es solo la búsqueda simple de su mano extendida para
socorrerme en algo.
"Al mirar los hijos de
Israel el rostro de Moisés, veían que la piel de su rostro
resplandecía, y entonces Moisés volvía a ponerse el velo sobre el
rostro, hasta que entraba a hablar con Dios". Exo 34:35
Para
buscar su rostro debemos perder el nuestro. El
efecto que se conoce como el reflejo de nuestras pupilas, es el que se
manifiesta cuando al tener un encuentro con Dios, mi visión se impregna tanto
de el, que si alguien me observa, todo aquel que me mire, podrá ver la escéncia
de Dios en mi, tal como le paso a Moisés.
Cuando el señor, te brinda toda su
atención, el solo esta esperando que le expreses lo que realmente quieres, es
ahí donde tu debes usar la sabiduría espiritual para no pedir según humanos
deseos, sino mas bien hacer referencia a lo verdaderamente transcendente.
Salomón tuvo la oportunidad de hacer
solicitud de toda riqueza y satisfacción de necesidades físicas y emocionales,
pero la realidad fue que la referencia de su petición tuvo como enfoque la
prescencia de Dios en el, manifestada en sabiduría.
La gran mayoría de los creyentes sin duda,
les resulta mas beneficio solicitar la mano de Dios, pues aparentemente ella
puede solucionar aquellos problemas que nos aquejan, pero hay una realidad que
no se debe obviar, es que luego de resuelta la dificultad quedas solo con el beneficio
de su mano y ausente de su prescencia.
De que sirve tener solo el milagro y estar
lejos del Corazon de quien lo provoco?
Quien tiene su presencia tiene su sabiduría
y por ende tendrá su mano, busca el rostro de Dios, para que su mano se
manifieste en ti como consecuencia de haberle visto.
Hasta este mismo día, Jesucristo es el rostro, o la misma
semejanza de Dios en la tierra. Y debido a Él, tenemos comunión ininterrumpida
con el Padre. A través de la Cruz, tenemos el privilegio de “ver su rostro,” de
tocarlo. Hasta podemos vivir como él lo hizo, testificando, “No hago nada
excepto como veo y escucho del Señor.” debe ser nuestra consigna
Hoy, cuando Dios dice, “Busca mi rostro,” sus palabras tienen mas
implicaciones que en cualquier otro tiempo en la historia. Por que? Estamos
viviendo en tiempos donde cada vez se oye y se conoce menos de nuestro maestro,
aunque cada vez necesitamos mas de su intervención poderosa.
Busca
con sinceridad su rostro y la mano poderosa se manifestara en ti.