Estaba a punto de amanecer cuando Pablo animó a todos a tomar
alimento: «Hoy hace ya catorce días que ustedes están con la vida en un hilo, y
siguen sin probar bocado. Les ruego que
coman algo, pues lo necesitan para sobrevivir. Ninguno de ustedes perderá ni un
solo cabello de la cabeza.» (Hechos 27:33, 34 NVI)
En muchas ocasiones por cirscustancias
fuera de tu control, sientes estar a la deriva, y sin la mínima esperanza, tal
escenario se puede convertir en el panorama mas sombrío y desesperanzador, es
ahí donde cobra alta importancia, lo que en el tiempo diario de intimidad Dios,
el habla a tu Corazon, cuando humanamente te sientes impedido, sin fuerzas y
poco animo, viene a remembranza todo aquello que has aprendido de rodillas ante
su prescencia.
El apóstol Pablo puede ser un buen punto de
referencia cuando tratamos de buscar semejanza con tales situaciones, fue Pablo
quien gracias a su estrecha intimidad con Dios y búsqueda autentica de su
rostro, pudo tener durante esos catorce dias de ayuno y oración, un
entendimiento claro y una conversación fluida con su señor, donde no solo cobro
esperanza para su vida misma sino que a su vez fue un agente tranquilizador y
profético para quienes veían sus vidas y bienes perdidos.
En tiempos de ayuno y oración, Dios envía
un mensaje de aliento y de esperanza a quien ha perdido el horizonte y la
ilusión en la vida, es ahí cuando en el silencio de ese lugar secreto reservado
para hablar con el, el todopoderoso te levanta las manos, habla a tu oído y
afirma en tu Corazon el respaldo, protección y seguridad mientras de ambulas
por las tormentas de la vida.
Hoy la vida nos presenta numerosas
tormentas, unas pequeñas y otras gigantescas, Julio el centurión carcelero de
todos los presos a bordo del navío, le tomo tiempo entender que el consejo de
Pablo contenía sabiduría y precisión porque había estado en la intimidad con su
señor; de tal manera que si asumes sabiamente el consejo de Dios para enfrentar
los vientos tempestuosos te veras sumergido en un ambiente obligatoriamente que
tenga como habito saludable intimar en oración y ayuno con Dios siempre
esperando su sabio consejo.
Prepárate el dia de hoy para enfrentar
fuertes vientos, si aquellos te hacen temer demasiado, recuerda siempre que ni
una sola hebra de cabello podrá ser tocada por estar bajo la protección del
altísimo, tu peor escenario será perder el navío, pero jamás perderás lo mas
valioso, el tesoro que el ha depositado dentro de tu Corazon.
Mientras somos socorridos en la tormenta,
no cesemos de dar gracias a el por su infinita misericordia, por su majestuoso
poder.
La fe en medio de la prueba te hace
valiente y victorioso.
DE LA PLUMA DEL P. CARLOS RHENALS, MIEMBRO DE NUESTRO MINISTERIO APOSTOLICO, AICP, CANADA. "VAMOS DE GLORIA EN GLORIA Y DE VICTORIA EN VICTORIA..."