1Samuel
16.1; 13
1Dijo Jehová a Samuel: ¿Hasta cuándo llorarás a Saúl,
habiéndolo yo desechado para que no reine sobre Israel? Llena tu cuerno de
aceite, y ven, te enviaré a Isaí de Belén, porque de sus hijos me he provisto
de rey.
13Y Samuel tomó el cuerno del
aceite, y lo ungió en medio de sus hermanos; y desde aquel día en adelante el
Espíritu de Jehová vino sobre David. Se levantó luego Samuel, y se volvió a
Ramá.
Introducción
Quiero hacer cuatro definiciones
importantes con las cuales vamos a estar tratando durante el mensaje:
1. Ungido. Es una persona apartada o consagrada para una misión especial en
el Reino de Dios.
Se usa el término hebreo mashíakj que se entiende como Mesías, usualmente persona consagrada
como un rey, sacerdote, o santo.El término en griego es kúrios; de kúros(supremacía);
supremo en autoridad, señor (como
título de respeto). Señor, soberano, ungido, amo, Cristo, dueño.
Y Samuel tomó el cuerno del aceite, y lo ungió en
medio de sus hermanos; y desde aquel día en adelante el Espíritu de Jehová vino
sobre David. Se levantó luego Samuel, y se volvió a Ramá (1Samuel 16.13).
2. Impartido. Recibir capacidades, dones, herramientas especiales de una
manera sobrenatural, especialmente en el momento de imponer manos o ser ungido.
El término griego es epitídsemi; de imponer, poner encima, añadir, cargar.
No dejes de usar las capacidades especiales que
Dios te dio cuando los líderes de la iglesia pusieron sus manos sobre tu
cabeza. El Espíritu Santo habló con ellos y les ordenó hacerlo (1Timoteo 4.14;
TLA).
3. Activado. Los recursos recibidos son puestos a funcionar. Pasan de un
estado pasivo a un estado activo.
Se usa el término griego enérgeia; eficiencia, energía, operación, poder.
De quien todo el cuerpo, bien concertado y unido
entre sí por todas las coyunturas que se ayudan mutuamente, según la actividad propia de cada miembro,
recibe su crecimiento para ir edificándose en amor (Efesios 4.16).
4. Comisionado. El momento en que recibimos una tarea del cielo para ser hecha
en la tierra.
Usamos el término griego oikonomía; de administración, mayordomía, comisión.
Por lo cual, si lo hago de buena voluntad,
recompensa tendré; pero si de mala voluntad, la comisión me ha sido encomendada
(1Corintios 9.17).
Estamos viviendo los tiempos más
determinantes para nuestra nación y para el mundo. Siento que Dios tiene prisa
en que su iglesia accione bajo el orden para lo que fue creada. Este será un
tiempo donde todo se acelera, todo camina hacia lo más glorioso que hayamos
vivido.
Estos cuatro término que acabamos de
explicar serán puestos en función en ese mismo orden: Ungidos, impartidos,
activados y comisionados. Cuando una persona se dispone para entrar y accionar
en su destino profético en la tierra, se desata lo más glorioso que hayamos
vivido como personas y como hijos de Dios.
¿Qué sucede cuando nos disponemos a
caminar en nuestro destino profético? Tomemos la historia de David y lo
enriquecemos con otras historias.
Parte I. Un espíritu de intimidación activa un espíritu de indignación
¡Solo los ungidos pueden recibir el
espíritu de indignación! Mientras que Saúl tenía gran miedo, David estaba
enardecido al escuchar las feroces voces del gigante filisteo Goliat: ¿quién es este filisteo incircunciso, para
que provoque a los escuadrones del Dios viviente? (1Samuel 17.26).
El ejemplo de Pablo: Mientras Pablo los esperaba en
Atenas, su espíritu se enardecía viendo la ciudad entregada a la idolatría
(Hechos 17.16).
¡Un espíritu de intimidación es un
espíritu violento! Desde los días de Juan
el Bautista hasta ahora, el reino de los cielos sufre violencia, y los
violentos lo arrebatan (Mateo 11.12).Frecuentemente vemos que los impíos
son más violentos que los hijos del Reino… ellos si arrebatan, de una manera
injusta pero lo hacen.
Solo puedes estar indignado cuando ves la
injusticia en la tierra y deseas que la justicia de Dios prevalezca.
¡La indignación te lleva a una reacción!
¿Qué vas hacer? ¿Solo observas o vas usar lo que Dios te ha impartido?
Cuando Saúl fue ungido como rey, pasado un
tiempo, subió Nahas amonita, y acampó contra Jabes de
Galaad. Y todos los de Jabes dijeron a Nahas: Haz alianza con nosotros, y te
serviremos.Y Nahas amonita les respondió: Con esta condición haré alianza con
vosotros, que a cada uno de todos vosotros saque el ojo derecho, y ponga esta
afrenta sobre todo Israel (1Samuel 11.1-2).
Los de Jabes pidieron siete días para buscar ayuda, así cuando la gente
escuchó la noticia el pueblo alzó su voz y lloró.Y he aquí Saúl que venía del campo, tras los
bueyes; y dijo Saúl: ¿Qué tiene el pueblo, que llora? Y le contaron las
palabras de los hombres de Jabes (ver 3-5).
Al
oír Saúl estas palabras, el Espíritu de Dios vino sobre él con poder; y él se
encendió en ira en gran manera (1Samuel 11.6). ¿Qué sucedió con Saúl? ¡Fue impartido con un
espíritu de indignación al ver la condición de su pueblo!
Jesús entró al templo, había sido
profanado por la codicia de gente, entrando
Jesús en el templo, comenzó a echar fuera a los que vendían y compraban en el
templo; y volcó las mesas de los cambistas, y las sillas de los que vendían
palomas; 16y no consentía que nadie atravesase el templo llevando
utensilio alguno (Marcos 11.15–16). ¡Un espíritu de indignación vino sobre
nuestro Señor y se hizo un azote de
cuerdas, echó fuera a todos los vendedores y no permitía que nadie entrara
con artículos para vender. Los discípulos recordaron la palabra del salmista: El celo de tu casa me consume (Salmos 69.9).
¡Este celo por la justicia divina siempre
desatará un espíritu de indignación sobre los ungidos de Dios!
Parte II. La unción trae una impartición
Cuando Dios nos aparta para un propósito
específico, también desata sobre nuestras vidas los dones, herramientas,
habilidades necesarias para cumplir con la comisión que nos ha sido impuesta.
Y Samuel tomó el cuerno del aceite, y lo ungió en
medio de sus hermanos; y desde aquel día en adelante el Espíritu de Jehová vino
sobre David (1Samuel 16.13). ¡Desde aquel día en adelante… algo paso sobre la vida de David cuando fue
ungido… el Espíritu de Jehová vino para impartirle las capacidades necesarias
para cumplir su comisión de Rey sobre Israel.
La experiencia de
Timoteo: No descuides el don que hay en
ti, que te fue dado mediante profecía con la imposición de las manos del
presbiterio (1Timoteo 4.14). Por lo
cual te aconsejo que avives el fuego del don de Dios que está en ti por la
imposición de mis manos (2Timoteo 1.6).
David fue impartido en el momento de ser
ungido, pero en el desierto fue entrenado. Dios sabía que un día se enfrentaría
a un gigante, así que los sparring de David fueron los osos y los leones.
Nuestro entrenamiento comienza cuando
sabemos enfrentar los retos que Dios nos presenta y las oportunidad de activar
los dones que hemos recibido. Pues tengo
por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables
con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse (Romanos 8.18).Porque
esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más
excelente y eterno peso de gloria (2Corintios 4.17).
En el desierto Dios le entregó las
herramientas a David, parecían insignificantes, pero eran las necesarias para
hacer la comisión. Así venció David al
filisteo con honda y piedra; e hirió al filisteo y lo mató, sin tener David
espada en su mano (1Samuel 17.50).
Dios sabía que un día los filisteos
tendrían la industria del acero, que serían los únicos en tener espadas de
acero y con eso parecerían invencibles. Pero Dios se adelanta a los tiempos,
los ungidos del presente fueron formados ayer, los ungidos de mañana son
impartidos hoy.
Tú
vienes a mí con espada y lanza y jabalina; mas yo vengo a ti en el nombre de
Jehová de los ejércitos, el Dios de los escuadrones de Israel, a quien tú has
provocado (1Samuel 17.45).
Dios siempre ha usado herramientas aparentemente
insignificantes para hacer grandes proezas: Una quijada de burro en las manos
de Sansón; Cántaros de barros y breas encendidas en las manos de Gedeón; Una
vara en las manos de Moisés.
Parte III. La impartición activa lo profético
Cuando el gigante filisteo se paseaba en
el valle, la Biblia dice que Saúl tenía gran miedo. Oyendo Saúl y todo Israel estas palabras del
filisteo, se turbaron y tuvieron gran miedo (1Samuel 17.11).
¿Cual fue la diferencia entre David y Saúl? Mientras que Saúl veía la estatura
de Goliat, David estaba viendo la estatura de Dios. Mientras que Saúl oía las
palabras del gigante, David estaba ocupado escuchando las instrucciones de
Dios.
Cuando hablamos de profético estamos hablando de bajar información del
cielo y aplicarlo a la tierra. La voz de Dios se hace clara, podemos ver el
mundo espiritual de una manera clara.
David no solo estaba hablando, estaba moviendo profetizando, accionando
palabras de fe: 45Entonces dijo David al filisteo: Tú vienes a mí con espada y lanza y jabalina;
mas yo vengo a ti en el nombre de Jehová de los ejércitos, el Dios de los
escuadrones de Israel, a quien tú has provocado. 46Jehová te
entregará hoy en mi mano, y yo te venceré, y te cortaré la cabeza, y daré hoy
los cuerpos de los filisteos a las aves del cielo y a las bestias de la tierra;
y toda la tierra sabrá que hay Dios en Israel. 47Y sabrá toda esta
congregación que Jehová no salva con espada y con lanza; porque de Jehová es la
batalla, y él os entregará en nuestras manos (1Samuel 17.45–47).
¿Eran estas solo palabras? ¡No! Estaba
moviendo las fuerzas invisible a su favor. Era una declaración de fe, estaba
declarando espiritualmente lo que sucedería físicamente.
La impartición de Dios activa una unción
profética para hacer visible lo invisible, para mover el cielo a nuestro favor.
1En el principio creó Dios los cielos y la tierra. 2Y la tierra
estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y
el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas (Génesis 1.1-2). ¡Notemos que el Espíritu se movía se movía sobre la faz de las aguas
pero no sucedía nada!
Fue hasta que Dios habló: Sea la luz; y fue la luz (Génesis 1.3); Cuando somos impartidos por Dios el poder
mismo de Dios esta en nuestra boca. Entonces Jehová Dios formó al hombre del
polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser
viviente (Génesis 2.7). En
el momento que Dios sopló aliento de vida, pnéuma salió de su boca
para traer una transformación y hacer de Adán y Eva un ser viviente.
Sucede lo mismo
con nosotros, cuando hablamos pnéuma sale de nuestra boca, el
poder creativo de Dios es desatado para provocar algo sobrenatural. Josué dijo:
Sol, detente en Gabaón; Y tú, luna, en el
valle de Ajalón. 13Y el sol se detuvo y la luna se paró, hasta que
la gente se hubo vengado de sus enemigos (Josué 10.12–13). Cuando ¡Josué
habló la rotación de la tierra se detuvo!
Esta escritura debe de movernos: ¿No está escrito esto en el libro de Jaser?
Y el sol se paró en medio del cielo, y no se apresuró a ponerse casi un día
entero. 14Y no hubo día como aquel, ni antes ni después de él,
habiendo atendido Jehová a la voz de un hombre; porque Jehová peleaba por
Israel (Josué 10.13–14). ¿Te das cuenta? ¡Que se repita la historia!
Cuando somos impartidos el mismo poder de
Dios esta en nuestra boca, lo invisible se va hacer visible, nos convertimos en
personas peligrosas para el infierno.
Parte IV. Somos investidos
Jesús le dijo a sus discípulos: He aquí, yo enviaré la promesa de mi Padre
sobre vosotros; pero quedaos vosotros en la ciudad de Jerusalén, hasta que
seáis investidos de poder desde lo alto (Lucas 24.49).
La palabra hebrea es malák; reinar, ascender al
trono,nombrar a realeza; de aquí, constituir, elegir, establecer un rey. Y fue todo el pueblo a Gilgal, e invistieron
allí a Saúl por rey delante de Jehová en Gilgal (1Samuel 11.15).
Usamos para investir la palabra griega endúo; de en el sentido de hundir en un vestido, poner, revestir,
vestir.
Cuando una nación elige un presidente, es
investido con una banda presidencial como símbolo que todos los poderes de la
nación le han sido entregados. Los colores de la nación en el pecho del
presidente declaran que defenderá la nación hasta con su propia vida.
Los ungidos de Dios son investidos, Dios
entrega todos los poderes del cielo para que defiendan la justicia divina.
Cuando un general del ejército camina en
las calles con ropa de civil no representa nada, pero cuando trae su vestidura
oficial, cualquier persona lo ve con respeto, honra por la autoridad que le ha
sido conferida.
El filisteo no vio la investidura de
David, debajo de la ropa de pastor estaba la ropa mas importante, era la ropa
invisible que Dios le había conferido para tener autoridad en la tierra.
¡Cuando el ungido de Dios es investido el infierno podrá ver esa autoridad que
es conferida del cielo!
La gente decía de Jesús: Y estaban todos maravillados, y hablaban unos
a otros, diciendo: ¿Qué palabra es esta, que con autoridad y poder manda a los
espíritus inmundos, y salen? (Lucas 4.36). ¡Jesús fue investido por el
Padre! Todo el poder del cielo le fue conferido para manifestar el poder del
Reino en esta tierra.
Lo mismo sucedió con los discípulos: Entonces viendo el denuedo de Pedro y de
Juan, y sabiendo que eran hombres sin letras y del vulgo, se maravillaban; y
les reconocían que habían estado con Jesús (Hechos 4.13). ¿Por qué les
reconocían? ¡Porque habían sido investidos para operar el poder del reino de
Dios en la tierra!
Gedeón no podría haber cumplido su
comisión sino enfrentaba los principados… 25Aconteció
que la misma noche le dijo Jehová: Toma un toro del hato de tu padre, el
segundo toro de siete años, y derriba el altar de Baal que tu padre tiene, y
corta también la imagen de Asera que está junto a él (Jueces 6.25).
¿Por qué Gedeón actuó de esta manera? ¡Porque fue investido para
hacerlo!
V. Los ungidos son el
dosel
5Y
creará Jehová sobre toda la morada del monte de Sion, y sobre los lugares de
sus convocaciones, nube y oscuridad de día, y de noche resplandor de fuego que
eche llamas; porque sobre toda gloria habrá un dosel, 6y habrá un
abrigo para sombra contra el calor del día, para refugio y escondedero contra el
turbión y contra el aguacero (Isaías 4.5-6).
Los ungidos de
Dios se convierte en la cobertura para la familia, la ciudad, el país. En este
pasaje vemos el ministerio del apóstol: nube
y oscuridad de día; Y el ministerio del profeta: resplandor de fuego que eche llamas.
¡Sobre toda
gloria habrá un dosel! Viene de la palabra hebrea kjupá; toldo, tálamo, cubierta. Esto quiere
decir que la gloria debe ser cubierta, este trabajo lo debemos hacer cada uno
de los hijos de Dios. El varón, como jefe de familia es el dosel, la cobertura
de su familia, el pastor de su grey, los apóstoles y profetas, de las ciudades.
¡No podemos tener gloria si no ha dosel!
El dosel nos permite tener… un abrigo para sombra contra el calor del
día, para refugio y escondedero contra el turbión y contra el aguacero. Este dosel detiene los embates de todo
demonio que desata perversidad y maldad para detener la gloria que se quiere
manifestar como evidencia del amor de Dios y el deseo de bendecir la tierra.
Conclusión
¡Estamos frente a lo más grande de nuestra historia! La
manifestación del poder del reino de Dios será sin límites en este tiempo.
Hoy estamos siendo impartidos para recibir los dones, habilidades,
poder, herramientas espirituales y humanas para hacer frente a los desafío de
una nación y del mundo entero.
1Corintios
15.25-26
25Porque preciso es que él reine hasta que
haya puesto a todos sus enemigos debajo de sus pies. 26Y el postrer
enemigo que será destruido es la muerte.
Apocalipsis 11.15
Los reinos del mundo han venido a ser de nuestro
Señor y de su Cristo; y él reinará por los siglos de los siglos.
Estos dos
versículos marcan el deseo de Dios, la agenda del cielo para la tierra.
Queremos que Cristo reine en cada familia de la tierra, en cada ciudad y en
cada país. Para que esto suceda debemos poner los enemigos de Dios bajo sus
pies. Este trabajo nos pertenece a nosotros.
En 2015 es el
año para avanzar, para extender el dosel y que veamos la gloria de Dios
manifestada en cada rincón de la tierra. Avanzar es ir hacia delante a pesar de
las circunstancias y obstáculos.
Dios tiene
grande y maravillosas obras para nuestras vidas, es el tiempo de ver la más
grande manifestación de la gloria de Dios a nuestro alrededor. Moisés dijo:
¡Dile a mi pueblo que marche!
Hoy yo te digo…
Marcha…. Marcha… Marcha! Avanza… Avanza… Avanza!
Con amor JGFC
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