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CRÍTICOS DE PROFESIÓN
¿Y por qué te preocupas por la astilla en el ojo de tu amigo, cuando tú tienes un tronco en el tuyo? ¿Cómo puedes pensar en decirle a tu amigo: “Déjame ayudarte a sacar la astilla de tu ojo”, cuando tú no puedes ver más allá del tronco que está en tu propio ojo? Mateo 7:3-4
Muchos de nosotros solemos preocuparnos demasiado en ver los errores y las fallas de los demás, en vez de analizar primero nuestras palabras y conducta. Como dice el Salmo 119:105: “Lámpara es a mis pies tu palabra y lumbrera a mi camino”. La Palabra de Dios es tan cierta que nos confronta con nuestra propia realidad, puede compararse con un espejo, pues nos muestra como somos.
Es bueno que aprendamos a cerrar los ojos a los defectos y destaquemos las virtudes de los demás, que tratemos de obtener lo mejor de cada ser humano, pues todos tenemos valores y virtudes inexploradas.
Hoy es el mejor día para ponernos a cuentas con Dios y pedirle perdón por haber juzgado y haber ofendido a alguien con nuestras palabras. Pidámosle que nos enseñe cada día a ver a las demás personas con el mismo amor con el que El nos ve, a tratarlas con más calma, serenidad y mansedumbre; que nuestros juicios no sean precipitados, que callemos cuando sea necesario y hablemos en el tiempo oportuno. Que en ningún momento nuestras palabras sean destructivas, sino constructivas. Si le pedimos a Dios que nos ayude a actuar de esa forma, veremos que los más beneficiados seremos nosotros mismos.
Dan Benson, en su libro EL HOMBRE TOTAL, nos cuenta los resultados de una perturbante encuesta: por cada frase positiva que se dice el hogar promedio, existen diez frases negativas. Es muy difícil ser positivo mientras que tus hijos crecen y maduran. Es parte de tu trabajo corregirlos, ¿Verdad? Pero los hijos que crecen acostumbrados al “¡NO!, ¡NO HAGAS ESO!, ¡DEJA ESO!” aprenden a no confiar en sus instintos. Ni siquiera a intentarlo. Los hijos que escuchan ¡Bien Hecho!, ¡Grandioso!, ¡Tu Puedes! Ó Esa No es Una Buena Idea, enfrentaran sus desafíos con una buena confianza personal y exploraran sus potenciales sin temor.
Miremos a las persona no como son hoy, sino como lo que pueden llegar a ser si nosotros sabemos animarlas y ayudarlas. Aprendamos a corregir sus defectos con amor.
Si otorgas un favor, no lo recuerdes. Si recibes un favor, no lo olvides.