Gal 6:7 No os dejéis engañar, de Dios nadie se burla; pues todo lo que el hombre siembre, eso también segará.
Gal 6:8 Porque el que siembra para su propia carne, de la carne segará corrupción, pero el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna.
Gal 6:9 Y no nos cansemos de hacer el bien, pues a su tiempo, si no nos cansamos, segaremos.
Cuando tomamos una decisión, la misma
debe ser afirmada por una acción. Son
nuestras acciones y no sólo nuestras palabras las que hacen que nuestras
decisiones sean poderosas. Cada acción
que tomamos, produce un resultado positivo o negativo. Segamos lo que sembramos. Si queremos cambiar nuestras vidas debemos
“sembrar” esa semilla que produzca los frutos que queremos obtener. Cada acción producirá un resultado
diferente. Llegaremos a ser lo que
queremos si pagamos el precio correcto.
Si no nos gusta lo que está pasando en nuestras vidas, necesitamos hacer
un alto en lo que estamos haciendo y comenzar a hacer las cosas de una forma diferente; cambiar
nuestras acciones y sembrar una nueva semilla.
Nosotros
hemos aprendido que si pagamos el precio correcto podemos alcanzar y obtener la
mayoría de las cosas en la vida. Muchas
personas alcanzarían sus anhelos si pudieran enfocar su atención en las cosas
que son importantes, y estuvieran dispuestas a mejorar constantemente su
persona y desarrollar nuevas amistades y habilidades.
Hemos
vivido lo suficiente como para ver gente humilde llegar hasta la cima,
simplemente porque se rehusaron a aceptar su devastador origen, y no dejaron
que los detuviera. De la misma manera,
hemos visto personas nacidas en un medio ambiente privilegiado, con todas las
oportunidades para superarse, terminar en derrota y en frustración. La vida es lo que nosotros hacemos de ella.
A
medida que forjamos nuestro destino, aprendemos cómo tratar con nuestro
“hoy.” Debemos llenar todos nuestros
“hoys” con cosas que cambien nuestros “mañanas.” Debemos correr nuestras estacas, crecer,
aprender cosas nuevas, hacer las preguntas correctas e invertir nuestro “hoy”
con la gente correcta. No se trata de
estar de acuerdo con hacer cualquier clase de cambio, sino el cambio correcto.
El que nosotros
sepamos qué es lo que queremos en la vida, no es suficiente. Saber lo
que podemos hacer en la vida no es suficiente.
Debemos obedecer a nuestro conocimiento; actuar. Cuando actuemos correctamente en áreas
específicas de nuestra vida, podremos progresar en nuestro destino.
"VAMOS DE GLORIA EN GLORIA Y DE VICTORIA EN VICTORIA..."