¿SALVOS PARA NO PECAR?

"PORQUE VOSOTROS, HERMANOS, A LIBERTAD FUISTEIS LLAMADOS; SOLAMENTE QUE NO USÉIS LA LIBERTAD COMO OCASIÓN PARA LA CARNE, SINO SERVÍOS POR AMOR LOS UNOS A LOS OTROS". GAL. 5: 13
Al hombre no se le permite hacer nada hasta que Dios haya hecho todo lo que Su Gracia planifica. 'Las obras de Dios' surgen y son posibles por su misericordia. La gracia nos garantiza libertad del pecado y de la carne, y libertad para amar y servir. Cuando empezamos a servir es fácil concentrarnos en lo que estamos haciendo, y es también fácil medir nuestro valor para con Dios según nuestra actividad. Nuestro servicio puede convertirse a menudo en una carga, privandonos así de nuestra libertad en Cristo. ¿Cómo encajaremos las "buenas obras" en nuestras vidas? Debemos empezar por entender que nuestra fé no consiste en servir para ganar el favor de Dios ó de la gente. Como resultado, serviremos a otros en la libertad de Cristo y para la gloria de Dios.
En esencia, el servicio es obedencia a al dirección de Dios en nuestras vidas. Santiago habla elocuentemente en cuanto al hacer. Al estudiar las enseñanzas en Santiago 1: 22- 27, nos damos cuenta que Santiago exhorta a los 'cristianos', (entendiendo cristiano como alguien que no solo es creyente sino que se alinea con los cristianos de Hechos 11: 26), a gobernarse y conducirse a sí mismos, en especial mediante la ley de Cristo ... Esto nos instruirá no solo a ser justos e imparciales sino muy compasivos y misericordiosos con los pobres; nos dejará perfectamente libres de toda veneración sórdida e indebida hacia los ricos ... ESTAMOS BAJO LA LEY DE CRISTO. Esta es una ley de libertad, de la cual no tenemos razón de quejarnos como de una atadura ó carga. Según el evangelio, el servicio a Dios es libertad perfecta; nos libera de todas las apreciaciones esclavizantes, ya sea hacia las personas ó las cosas de este mundo. En conclusión por ahora...
"Las obras acompañan a la fe. El comportamiento acompaña a la creencia. El fruto sigue al arbol que ese planta bien. Las palabras de Martín Lutero se hacen necesarias: 'Nadie puede ser bueno y hacer el bien a menos que primero lo haga buenola gracia de Dios; nadie se hace bueno por hechos, sino que aquel que es bueno hace buenas obras. Asímismo los frutos no hacen al árbol, sino que el árbol lleva su fruto ... Por tanto, sin importar cuán buena sea o cuán hermosa se vea, toda obra es en vano sí no fluye de la gracia". Charles Swindoll.
"¡VAMOS DE GLORIA EN GLORIA Y DE VICTORIA EN VICTORIA ...!!" P. Jorge Arango R. Centro de Transformacion Integral, Medellín, Bello, Barranquilla. 2009