AVANZA 2015 II PARTE.

Avanza II, MOISES EN EL MONTE ABARIM

Texto

⁴⁸Y habló Jehová a Moisés aquel mismo día, diciendo: ⁴⁹Sube a este monte de Abarim, al monte Nebo, situado en la tierra de Moab que está frente a Jericó, y mira la tierra de Canaán, que yo doy por heredad a los hijos de Israel (Deuteronomio 32.48–49).

Introducción

El tiempo ha llegado, la conquista empezará en breve, Dios le pide al comandante Moisés que suba al monte Abarim, al monte Nebo, para que vea la tierra que Dios les estaría dando como posesión para edificar el Reino.

Abarím viene de la raíz hebrea abár que se define como cruzar y se usa como transición. De esta manera Abarím se define como avanzar, cruzar, entrar, ocupar, pasar, seguir, marchar, trasladar, viajar.

Se usa la raíz hebrea ever para indicar que camine hacia delante. Es lo que Dios esta indicando a Moisés, camina hacia delante, no pares, avanza hacia tu destino en esta tierra. Recordemos que Moisés no pasaría a Cannaán, sino lo haría la nueva generación que sería comandada por Josué.

Pareciera ser que el monte Abarim estaba asociado con Nebo, un dios mesopotámico de la escritura y la sabiduría, de hecho, Nabucodonosor significa “Nebo guarda los límites de mi frontera”. La definición de Nebo proviene de Nabũ (llamar, anunciar). El término geográfico podría indicar que este lugar fue uno de los centros del culto a Nebo; podría también provenir de nabaʾa (ser elevado) que implica la altura.

En la idea de la lucha espiritual, Nebo es un guardián que detiene la conquista de la tierra prometida. De hecho, Nabuzaradán (de nabu) fue capitán de la guardia de Nabucodonosor (Jeremías 39.13). Para avanzar a la tierra prometida es necesario subir al monte de Abraim y destruir el guardia que nos detiene para avanzar.

Entiendo que esta simbología puede ser un poco extravagante y tiende a ser extremista. Pero quiero verlo de esta manera. Se conoce el monte Abarim como el monte de donde se ve más allá. Esto nos habla de visión, de poder ver el futuro que nos espera y poder discernir hacia donde vamos. ¡El que camina sin saber a donde va nunca llegará a su destino porque no lo conoce!

Entonces vemos que Abarim representa visión, ver más allá, encontrar el propósito en donde caminamos tomados de la mano de Dios para hacer lo que tenemos que lograr como meta para la gloria de Dios.

Abarim esta asociado con el año judío: 5775. Este es año corriente en el calendario judío y termina en 75 que son las letras del alfabeto hebreo: AYIN-HEY, las cuales están asociadas con visión en el Espíritu.

AYIN: el número 70 está representando en el alfabeto (alefato) hebreo con la letra Ayin, cuyo símbolo es un ojo, y cuyo significado es visión, la capacidad de ver. Desde el año 5770 (2010), en el calendario hebreo, entramos en un ciclo de tiempo de diez años, donde Dios ha entregado la visión profética para ejecutar la misión que nos ha entregado para este tiempo.

AYIN significa ojo, ver, en gematria (cada número tiene una letra hebrea) representa el 70. En la numerología de Dios el número 70 representa naciones (universalidad), orden perfecto, administración, restauración y bienestar. La Biblia habla de setenta ancianos como un símbolo de administración, setenta ciclos como el número de prosperidad, Adoni-bezec cortó los pulgares de sus manos y de sus pies a setenta reyes como símbolo de victoria. Gedeón tuvo setenta hijos, símbolo de prosperidad en la familia.

Ver es visión, saber hacia donde vamos, en Apocalipsis 5 vemos al Cordero con siete ojos, que es la entrega de la visión profética completa para este tiempo final. Estamos en la década de la visión (año 70) por esto es que en estos últimos años hemos visto un incremento glorioso en la revelación de la palabra, se han levantado ministerios proféticos con una revelación profunda de los misterios de Dios.

HEI: La letra "Hei" (se pronuncia como "Jei", pero con un sonido de la jota más suave) es la quinta letra en el alefato hebreo y tiene el valor numérico del 5, así que representa los cinco dedos de una mano (fuerza), los cinco sentidos del ser humano (conocimiento) y los cinco elementos de la creación. La imagen pictográfica de "Hei" es la de un hombre parado con sus brazos alzados o levantados.  Y su significado clásico es:  ¡Mira! o ¡He aquí!, ver como de observar, de contemplar con asombro o sorpresa.

El significado original de la letra Hei está rodeada de misterio, ya que en antiguas lenguas semíticas ha sido interpretada desde un "hilo" a una "reja" para una "ventana".  Su relación se encuentra que a través de la rejilla de las antiguas ventanas circulaba el viento o el "soplido" del viento, que generaba ese sonido de aliento o suave susurro parecido a la letra Hei (Jei).  Por eso esta letra también representa el soplo del Espíritu, al Espíritu Santo (RuaCH Ha-KodeSH: el Soplo o Espíritu Santo).

Es usada en el idioma hebreo para definir.  Cuando es colocada delante de una palabra, funciona como artículo definido. Por ejemplo eretz significa tierra, ha-eretz significa la tierra.  Cuando se coloca al final de una palabra, en ocasiones, puede definirla como una palabra femenina o hacer indicar una dirección. Por ejemplo: "Tzafon" (צפון) significa "Norte", mientras que conseguimos "tzafona" (צפונה) mediante la adición de una Hey al final de la palabra y cambiamos sutilmente su significado a "hacia el norte".

El número cinco en la numerología de Dios es gracia, don, regalo. Entendemos que el regalo más grande que Dios nos pudo dar es Jesús. De esta manera entendemos que el cinco es la manifestación poderosa del poder del Reino en nosotros. ¡Cristo en vosotros, la esperanza de gloria! (Colosenses 1.27).

Vamos encontrar muchas historias representadas en el cinco que nos dan la idea de lo que podemos esperar en un año de avance sobrenatural. Por ejemplo, en la quinta aparición Dios le cambia el nombre a Abram y le pone Abraham. Pasa de ser un padre enaltecido (aunque Abram no tenía hijos), a ser una padre de multitudes (con un solo hijo).

Es interesante ver que Abraham no necesito muchos hijos para ser padre de multitudes, con un solo hijo la promesa fue cumplida. ¡Esto me dice que Dios con lo poco hace mucho! Este 2015 no necesitamos muchos recursos para ver cosas grandes, es ahí donde podemos honrar y glorificar a Dios, porque siempre escoge algo pequeño para hacer algo grande.

Dios añade “hei” a Abram para convertirlo en Abraham. Dios añadirá el don necesario, la capacidad que hará la diferencia. Pablo dijo: ⁴Y tal confianza tenemos mediante Cristo para con Dios; ⁵no que seamos competentes por nosotros mismos para pensar algo como de nosotros mismos, sino que nuestra competencia proviene de Dios, ⁶el cual asimismo nos hizo ministros competentes de un nuevo pacto, no de la letra, sino del espíritu; porque la letra mata, mas el espíritu vivifica (2Corintios 3.4–6). ¡Nuestra competencia proviene de Dios!

Bullinger escribe sobre este cambio de nombre: "Es notable, también, que después, cuando Dios cambió el nombre de Abram a Abraham (Génesis 17.5), se realizó el cambio de manera muy sencilla, pero muy significativa (porque Dios no lo puede hacer de otra forma), mediante la inserción en el medio de la quinta letra del alfabeto: "H" (Hei), el símbolo del número cinco; y  Abram (Heb. ABRM), se convirtió en Abraham (ABRHM) Génesis 17.5). Todo esto fue por gracia, y se marca con este significado".

Éste es un poderoso ejemplo del uso de los números y sus significados en las Sagradas Escrituras.  Observe cómo ABRM (Abram) era un nombre con cuatro (4) letras.  Un número que representa la tierra, lo limitado y débil de lo creado.  Y cómo Dios, añadiendo la quinta letra del alefato (Hei), lo convierte en ABRHM (Abraham), elevando el nombre del patriarca a cinco (5) letras y lo impulsa con el aliento de Su Espíritu que sale de Su boca  hacia un destino y propósito mayor.  

El apóstol Juan describe su experiencia apocalíptica: Después de esto miré, y he aquí una puerta abierta en el cielo; y la primera voz que oí, como de trompeta, hablando conmigo, dijo: Sube acá, y yo te mostraré las cosas que sucederán después de estas (Apocalipsis 4.1). Parece ser la misma indicación que Moisés recibe: ¡Sube acá y te mostraré!

Dios mismo dice no hará nada Jehová el Señor, sin que revele su secreto a sus siervos los profetas (Amos 3.7). Es necesaria una impartición profética para tener acceso a lo que Dios esta mostrando. Nada hará Dios sino revela su secreto, lo que esta oculto, a los que tienen acceso a la revelación profética. ¡Juan vio una puerta abierta! ¿Qué puerta es esta? Dios levantó a un hombre que ni le conocía y le dijo: ¹Así dice Jehová a su ungido, a Ciro, al cual tomé yo por su mano derecha, para sujetar naciones delante de él y desatar lomos de reyes; para abrir delante de él puertas, y las puertas no se cerrarán: ²Yo iré delante de ti, y enderezaré los lugares torcidos; quebrantaré puertas de bronce, y cerrojos de hierro haré pedazos; ³y te daré los tesoros escondidos, y los secretos muy guardados, para que sepas que yo soy Jehová, el Dios de Israel, que te pongo nombre (Isaías 45.1-3). A la iglesia de Filadelfia le dice que él es el Dios que abre y ninguno cierra, y cierra y ninguno abre (Apocalipsis 3.7).

El apóstol Juan dice: Y al instante yo estaba en el Espíritu (Apocalipsis 4.2), enseguida de ver la puerta Juan experimenta el poder del Espíritu sobre su vida. Dios nos entrega los siete ojos del Cordero para tener toda la revelación cuando experimentamos el poder del Espíritu sobre nuestras vidas.

El 2015 es avance en el Reino, Dios nos entrega la revelación y el poder del Espíritu para avanzar a pesar de cualquier obstáculo. Moisés hizo doce señales para poder salir de Egipto y traer libertad al pueblo hebreo, Dios puso en la mano de su siervo una vara, solo un y no muy significante instrumento para manifestar el poder del Reino de Dios. Dios añadió lo necesario a Abram solo una palabra de gracia (hei) al nombre para convertirlo en el padre de la fe y creer en las promesas de Dios.

Es muy significativo que el número 7 denota la plenitud, perfección y porción de Dios. 5775 contiene dos sietes que simbolizan una doble porción o plenitud total. Doble cinco es una doble gracia o doble ventana.

En apocalipsis 5.12 vemos al apóstol Juan declarando: El Cordero que fue inmolado es digno de tomar el poder, las riquezas, la sabiduría, la fortaleza, la honra, la gloria y la alabanza. El Cordero es representado en la tierra por la Iglesia, y Dios entrega las siete esferas (montes) para poseer:

Poder – Gobierno, reino.                            Riquezas – Bienes, finanzas, posesión.     

Sabiduría – Educación, conocimiento.       Fortaleza – Familia, unidad, restauración.

Honra – Iglesia, poder del Reino.              Gloria – Arte, brillo, exaltación a Dios.

Alabanza – Medios de comunicación, expresión.                       

¿Cómo podemos lograr esta posesión? ⁶Y miré, y vi que en medio del trono y de los cuatro seres vivientes, y en medio de los ancianos, estaba en pie un Cordero como inmolado, que tenía siete cuernos, y siete ojos, los cuales son los siete espíritus de Dios enviados por toda la tierra (Apocalipsis 5.6). ¡Este Cordero tiene siete cuernos y siete ojos! El cuerno representa poder y el ojo, revelación. El siete es el número de la plenitud. ¡La Iglesia es el Cordero en la tierra! Así que tomaremos como posesión los siete montes con la plenitud del poder y la plenitud de la revelación.

Conclusión

¡Necesitamos subir y ver! El 2015 es un año de avanzar para poseer, no hay obstáculos que nos impidan que el monte de Jehová se levante como cabeza de todos los montes (Isaías 2.2).

¡Es un año donde debemos someter a todo Nebo que impida el avance! No solo es subir y ver, es quitar al guarda de la puerta para poder entrar y poseer. Nebo era la deidad babilónica que defendía la puerta de entrada a Babilonia. Nebo tiene que ser quitado de la puerta para poder entrar y poseer.

¡Estamos en la década de la revelación y hoy se abre la ventana para poseer!

Por último y para poner la cereza en el pastel, recordemos que Moisés ya era un hombre viejo pero pudo subir hasta el monte, además sus ojos no se habían cerrado, tenía la vista suficiente para alcanzar a ver la tierra prometida. Era Moisés de edad de ciento veinte años cuando murió; sus ojos nunca se oscurecieron, ni perdió su vigor (Deuteronomio 34.7). ¡No importa la edad ni el tiempo que has trabajado, Dios te dará el vigor, la energía, la visión para ver y poseer!

¡En el 2015 el Reino Avanza!
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